Empiezan las vacaciones
Gracias Jesús
por este año que termina,
por los buenos momentos que pasé en la escuela,
por todo lo que aprendí,
por mis maestros y mis compañeros.
Te pido que los acompañes a todos
hasta que nos reencontremos el próximo curso.
También te quiero pedir
por todo este tiempo de vacaciones que comienza.
Gracias por regalarme este descanso.
Ayúdame a aprovechar el tiempo libre,
dando una mano en casa, visitando a mis familiares,
en especial a los más viejitos o los enfermos,
que siempre se ponen contentos cuando alguien los visita.
Que viva estos días con muchas ganas de ayudar
y de acordarme de todas las personas que me puedan necesitar.
por este año que termina,
por los buenos momentos que pasé en la escuela,
por todo lo que aprendí,
por mis maestros y mis compañeros.
Te pido que los acompañes a todos
hasta que nos reencontremos el próximo curso.
También te quiero pedir
por todo este tiempo de vacaciones que comienza.
Gracias por regalarme este descanso.
Ayúdame a aprovechar el tiempo libre,
dando una mano en casa, visitando a mis familiares,
en especial a los más viejitos o los enfermos,
que siempre se ponen contentos cuando alguien los visita.
Que viva estos días con muchas ganas de ayudar
y de acordarme de todas las personas que me puedan necesitar.
¿Qué harán nuestros hijos durante las vacaciones?
Hay padres que probablemente estén preocupados
por lo qué harán sus hijos durante las vacaciones, y sabiendo que éstas son una
etapa muy importante en la vida los niños, he querido exponer algunas cosas que
pueden facilitarnos pasarlas lo mejor posible.
En primer lugar, me gustaría insistir en la
importancia de la actitud de los padres a la hora de iniciar esta época.
Porque, evidentemente, no es lo mismo recibir a nuestros hijos con la ilusión
de disfrutar de ellos y con ellos durante las vacaciones, que recibirlos como
una pesada carga que sobrellevar a la espera del nuevo curso.
En segundo y principal lugar, los niños tienen
que disfrutar con sus padres. Si no es así, si el papel de los padres se limita
a vigilar su estudio, a controlar su libertad, a castigar su comportamiento,
esos niños no habrán tenido unas felices vacaciones.
Por otra parte, los padres deben encontrar en
el juego y en la diversión de sus hijos una satisfacción y un placer especiales.
De ahí que sería muy conveniente
programar alguna actividad familiar que resulte atractiva para todos: Un viaje
divertido, una excursión con mochila y tortilla de patatas, una aventura en
burro, en barca o en bici, según la imaginación de cada uno.
Sería estupendo que estas salidas, en que la convivencia es su principal
encanto, pudieran ser un repaso de las lecciones que nuestros hijos han
aprendido en la escuela, pero aplicadas a la vida.
¡FELICES VACACIONES!
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