Los exámenes
se utilizan para medir el conocimiento de un estudiante. Es algo muy positivo y
justo ya que permite comprobar el esfuerzo que ha realizado cada alumno. Como
en cualquier prueba, es normal que os pongáis nerviosos antes de hacer un
examen pues lo primero que pensáis es que no lo vais a saber hacer. Aquí anoto
algunos consejos que os pueden venir bien.
Trabajar diariamente para asegurarte de
que entiendes la materia. Preguntar en clase cuando sea
necesario.
Cuando un tema queda bien aprendido, no
se olvida fácilmente.
Cuando se ha trabajado y se sabe el
examen, no debemos preocuparnos.
Perdiendo los nervios ante el examen:
"los nervios no sirven para nada sirven y para todo estorban”.
No te comas los libros inmediatamente
antes del examen.
No hables con los compañeros antes de
realizarlo, te parecerá que no recuerdas nada y aumentará tu nerviosismo.
No intentes comprobar si
recuerdas todos los temas, antes del examen tu mente está en tensión, ya no
puedes reforzar tu memoria,
así que concéntrate en lo que vas a hacer.
Estando en plena forma física y
mentalmente: Debes dormir bien y descansar lo
suficiente antes del examen.
No dejes todo para el último momento,
si lo haces le das tiempo a la memoria para asentar la información que recibe, la memoria
necesita reposo y el recuerdo será
más fácil si existe orden.
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